Más de un siglo después de que sembrara terror en las calles de Londres, la identidad del infame asesino en serie conocido como Jack el Destripador podría haber sido finalmente revelada.
El historiador Russell Edwards afirma haber desvelado este misterio tras un análisis de ADN realizado sobre un chal encontrado en la escena de uno de los crímenes.
Según su investigación, el auténtico rostro detrás de estas atrocidades sería Aaron Kosminski, un inmigrante polaco que ya había sido considerado sospechoso por las autoridades en aquella época.
Kosminski, quien llegó a Inglaterra junto a su hermano en 1881 y se estableció en Whitechapel, el barrio donde ocurrieron los asesinatos, trabajaba como barbero.
Al momento de los crímenes, en 1888, tenía 23 años y según informes históricos padecía esquizofrenia.
Melville Macnaghten, comisionado adjunto de la Policía Metropolitana de Londres en esa época, lo describió en sus Memorandos de 1894 como un judío polaco residente en Whitechapel.
Este hombre se volvió loco debido a los muchos años que pasó en solitario.Sentía un gran odio hacia las mujeres, especialmente hacia las prostitutas, y tenía fuertes tendencias homicidas.
A pesar de ser considerado sospechoso por la policía de la época, nunca se presentó evidencia concluyente contra Kosminski.
Su comportamiento errático y problemas de salud mental lo llevaron a ser internado en un manicomio en 1891, donde falleció en 1919.
La nueva evidencia presentada por Edwards proviene de un chal que supuestamente pertenecía a Catherine Eddowes, una de las víctimas de Jack el Destripador.
El historiador adquirió este objeto en 2007 y tras varios años de estudios logró identificar rastros de ADN que coinciden con la descendencia de Kosminski.
La investigación de Edwards ha encontrado una coincidencia del 100% entre el material genético hallado en el chal y la línea genética de Kosminski.
Este hallazgo ha llevado a los descendientes tanto de la víctima como del presunto asesino a respaldar una petición para que se realice una investigación formal.
El equipo de Edwards ha solicitado al Tribunal Superior de Gran Bretaña que reabra el caso para confirmar legalmente la identidad de Jack el Destripador.
Me gustaría ver la verdad salir a la luz y que el asesino sea identificado oficialmente, ha expresado Karen Miller, tataranieta de Catherine Eddowes.
La revelación sobre la posible identidad de Jack el Destripador podría poner fin a uno de los mayores misterios de la historia criminal.
Si bien aún falta una confirmación legal definitiva, el análisis de ADN y el apoyo de los descendientes de las partes involucradas podrían ser claves para cerrar este capítulo tan oscuro de la historia británica.