(Madrid, 1911-2004) Arquitecto e historiador del arte español.Fernando Chueca Goitia nació en Madrid el 29 de mayo de 1911, durante el reinado de Alfonso XIII.Con tan solo dos años, quedó huérfano de madre, ausencia que sería compensada por la gran dedicación que le brindó su padre, ingeniero industrial de origen aragonés, ferviente seguidor de los ideales republicanos, muchos años después, recordando la estima que sentía para su padre, el propio Fernando diría: 'Era mucho más que un padre, era un amigo y un socio que tenía una importancia decisiva en mi vida'.
Años de formación
Tras finalizar el bachillerato, Fernando Chueca se matriculó en la Escuela Técnica Superior de Arquitectura y poco después de su ingreso a la universidad, en 1931, se proclamaría en España la Segunda República, y aunque él, por su edad, no podía votar-tiene veinte años y aún uno por cumplir-, sí participó junto a su padre en el fervor popular de aquella histórica evento.
Fernando Chueca Goitia
Se graduó en 1936 poco antes del estallido de la Guerra Civil, que lo sorprendió en Santander, donde se encontraba en una extensión de estudio En esos momentos convulsos, y sin tener noticias de su familia, decidió ir directamente a Madrid sin informar a las autoridades militares de la denominada zona nacional, hecho aparentemente banal que tendría graves consecuencias para su persona, ya que en el fin de la guerra los arquitectos relacionados con la dictadura de Francisco Franco lo consideraron descontento t del régimen, por lo que fue condenado a diez años de suspensión del ejercicio de la profesión.
Lejos de lo que se podía esperar, este largo período en el que estuvo oficialmente discapacitado tomó grandes Aprovecharlo, encauzando su vocación por la arquitectura hacia otros cauces.Así, estudió teoría e historia de la arquitectura y, sobre todo, viajó por toda España investigando y cartografiando, como nunca antes, su innumerable pero maltrecho patrimonio arquitectónico.
Premio Nacional de Arquitectura
Este trabajo de investigación fue pronto recompensado, y en 1940 ganó el primer premio de la Real Academia de Bellas Artes por un trabajo biográfico-artístico para conmemorar el centenario del arquitecto neoclásico don Juan de Villanueva.Poco después, en 1944, obtendría el Premio Nacional de Arquitectura con un proyecto que le acompañaría a lo largo de su dilatada carrera: la culminación de la Catedral de Nuestra Señora de la Almudena en Madrid.
En los años siguientes Su interés por la problemática de la conservación y restauración de monumentos y conjuntos urbanos se iría consolidando paulatinamente, convirtiéndose en uno de los mayores expertos en la materia.A él, que nunca mantuvo posturas dogmáticas al respecto, le gustaba decir que un edificio antiguo, antes de proceder con su restauración, tenía que ser examinada como una persona enferma.Sólo entonces podría aplicarse un tratamiento apropiado e individualizado al 'paciente'.
Prueba de ello fue su respetuosa intervención, en 1950, en el Museo Lázaro Galdiano, en la que, mientras reconstruía íntegramente el edificio, mantuvo las disposiciones y la forma del antiguo palacio neorrenacentista.En esos años, concretamente en 1947, vio la luz uno de sus ensayos más relevantes, Invariantes castizo de la arquitectura española , en esta obra, muy influenciada por el pensamiento de Miguel de Unamuno, a quien el joven Chueca Había conocido y tratado personalmente, reivindicaba el carácter específico y diferenciado de la arquitectura española a lo largo de los siglos.
Ese mismo año obtuvo una beca de la Royal Academy of San Fernando para continuar sus estudios en la Universidad de Columbia (Nueva York Allí profundizó en los conocimientos y desarrollos del urbanismo y la sociología contemporáneos, y tras finalizar estos estudios, y aunque tuvo la oportunidad de permanecer en Estados Unidos dando clases, decidió volver a España, país por el que desde su salida tura sintió un profundo anhelo.
Una vida dedicada a la docencia
A su regreso inició una intensa actividad docente.Primero como profesor de 'Historia de la Urbanismo 'en los Institutos de Administración Local y Estudios Políticos.Posteriormente, y tras superar un examen, fue nombrado catedrático de la Escuela Técnica Superior de Arquitectura en la asignatura' Historia de las Artes Plásticas '.Algún tiempo después se convirtió, de nuevo por oposición, con la cátedra de «Historia de la Arquitectura y Urbanismo.Teoría y Técnica de la Restauración», cátedra que mantuvo hasta su jubilación en 1981.
Su labor pedagógica no fue obstáculo, sin embargo, de tal forma que en los años siguientes continuó realizando nuevos y ambiciosos proyectos arquitectónicos.Entre otros, cabe destacar la ampliación del Museo del Prado (1953-1958), con la adecuación del ala de la calle Ruiz de Alarcón.
Posteriormente planificó una nueva ampliación de dicho museo en la que pretendía incorporar-en cierto modo anticipándose al polémico proyecto que años después presentaría Rafael Moneo-el claustro vecino del Monasterio de los Jerónimos.El proyecto generó una gran polémica entre el plantel eclesiástico, que, con la complicidad y mediación de Luis Carrero Blanco-entonces presidente del gobierno-logró que las obras nunca se materializaran.r lo que más valoró fue la sede del Banco de Santander en Vitoria (1974-1975), edificio que, según él, resumía toda su ideología constructiva, a saber: la conjunción respetuosa entre tradición y modernidad.
Sus intereses no se limitaron solo a la historia y la arquitectura; Tras la muerte de Franco en 1975, en los turbulentos años de la transición a la democracia, Fernando Chueca Goitia se dedicó activamente a la vida política: fue senador de la Unión de Centro Democrático (UCD) de Adolfo Suárez durante la primera legislatura (1979-1982).), el Partido Popular Democrático en el segundo y el Partido Liberal, del cual fue fundador, en el tercero.
En esos años, igualmente, recibió un sinfín de reconocimientos y premios.Entre los más importantes, Cabe destacar su admisión en la Real Academia de la Historia en 1966, en la Real Academia de Bellas Artes en 1973, o la presidencia del Instituto de España de 1978 a 1986.Más recientemente, entre 1999 y 2002, fue decano de la Colegio de Arquitectos de Madrid.En 1998 recibió la Medalla de Oro de Arquitectura y en 2002 el Premio Nacional de Historia.
Sin embargo, el acto que más le hizo feliz fue la inauguración, en 1993, de la Catedral de la Almudena, un templo de estilo clasicista ch había dedicado cincuenta años de su vida y que, a pesar de las múltiples críticas, tendría como principal logro, según su autor, su asonancia estilística con el entorno, especialmente con los volúmenes del Palacio Real.22 de mayo de 2004 El singular edificio acogió la boda real del príncipe Felipe y la señora Letizia Ortiz.Chueca Goitia declinó asistir a la reunión debido a la mala salud de su esposa, quien falleció pocos días después.El 30 de octubre, justo cuando se encontraba preparando un exposición y ciclo de conferencias sobre la catedral, falleció.Fue enterrado en la cripta de la Almudena, de la que fue arquitecto principal.
Arquitecto, historiador del arte, docente y escritor, Fernando Chueca Goitia se hizo famoso con obras no exentas de polémica y calificadas de conservadoras por muchos de sus colegas.Su labor ensayística se manifestó a través de obras que siguen siendo influyentes en la actualidad, como Castizo Invariants of Spanish Architecture (1947), History de la Arquitectura Española.La Edad Media (1965) o la Historia de la arquitectura occidental (1974).En los años de desarrollo fue especialmente crítico con muchas de las intervenciones arquitectónicas y urbanas que buscaban modernizar las ciudades y Precisamente, en libros como La crisis del lenguaje arquitectónico (1972) o La destrucción del legado urbano español (1977) influyó en los peligros de lo que considerada una modernidad malinterpretada y sin tradición.