Un reciente descubrimiento bajo el océano Pacífico podría revolucionar nuestra comprensión del interior de la Tierra.
Estudios geofísicos han revelado la existencia de fragmentos tectónicos atrapados en el manto terrestre durante más de 200 millones de años, un hallazgo que desafía conceptos tradicionales sobre las placas tectónicas y su destino final.
Este descubrimiento es realmente extraordinario, afirma el Dr. Juan Pérez, geofísico de la Escuela Politécnica Federal de Zúrich.
Nos abre una ventana a un pasado remoto de la Tierra que nunca antes habíamos podido explorar.
El manto terrestre, que constituye el 84% del volumen del planeta, no es una masa homogénea, sino un complejo sistema de flujos viscoso impulsado por la convección térmica.
Durante décadas, los científicos han utilizado ondas sísmicas para analizar este vasto reino subterráneo, creando imágenes detalladas de su estructura interna.
Estas imágenes nunca fueron completas, dejando muchas preguntas sin respuesta.
Ahora, gracias a técnicas avanzadas como la inversión de forma de onda completa, se ha revelado un paisaje oculto: fragmentos tectónicos atrapados en el manto inferior bajo el océano Pacífico.
Estos restos no corresponden a zonas de subducción, donde una placa tectónica se hunde bajo otra, sino que parecen ser fragmentos de placas que quedaron atrapados hace cientos de millones de años.
Estas anomalías podrían representar fragmentos de corteza oceánica antigua o incluso restos de la Tierra primitiva, explica la Dra.
María Sánchez, geóloga del Instituto Tecnológico de California.Su composición podría revelar información crucial sobre la evolución temprana del planeta.
Este descubrimiento desafía las teorías tradicionales de la tectónica de placas y sugiere que el manto profundo podría ser mucho más complejo de lo que se creía.
Los científicos ahora están integrando datos electromagnéticos, minerales y simulaciones computacionales para determinar si estas formaciones son antiguas placas tectónicas, constituyentes primordiales o algo completamente nuevo.
El hallazgo subraya la necesidad de continuar explorando el manto terrestre y su impacto en la geodinámica del planeta.
La investigación sobre estos fragmentos tectónicos podría revelar información crítica sobre la evolución temprana de la Tierra, la dinámica actual del manto e incluso posibles cambios en el futuro.