Un incidente inusual en la provincia de Yunnan, China, donde una manada de elefantes asiáticos se dio un festín de vino de maíz enterrado, ha generado una ola de interés por las curiosas relaciones entre los animales salvajes y el entorno humano.
El evento, que se hizo viral en redes sociales, ofrece un vistazo fascinante al comportamiento de estos inteligentes mamíferos y sus preferencias inesperadas.
En marzo, una manada de elefantes asiáticos Elephas maximus indicus exploraba un pueblo cuando descubrieron cubas enterradas de vino de maíz.
Atraídos por el aroma dulzón, los elefantes vaciaron rápidamente las cubas, con dos individuos consumiendo tanta cantidad que se desmayaron en un jardín de té.
Parveen Kaswan, un reconocido conservacionista y oficial del Servicio Forestal de la India, compartió imágenes del suceso en X (formerly Twitter), bromeando sobre el incidente como un intento de desinfección de trompas.
A pesar de su naturaleza humorística, esta situación ilustra una realidad importante: los elefantes asiáticos tienen una tendencia hacia los alimentos fermentados y pueden ser particularmente atraídos por el licor hecho por humanos debido a su sabor dulce.
Si bien no existe evidencia que sugiera que los elefantes africanos experimenten efectos intoxicantes tras consumir frutas fermentadas, los estudios demuestran que los elefantes asiáticos pueden buscar activamente el alcohol humano.
Los elefantes tienen un olfato increíblemente desarrollado y suelen marcar los lugares donde han encontrado alcohol en el pasado, explica Kaswan.
Esto puede llevar a situaciones como la de Yunnan, donde los animales regresan a sitios donde saben que hay licor.
Este incidente resalta la compleja relación entre los humanos y los animales en zonas rurales.Los lugareños de áreas como Yunnan son conscientes de la afición de estos mamíferos por el alcohol y suelen intentar ocultarlo.
El olfato excepcional de los elefantes les permite encontrar incluso cubas enterradas.
Este fenómeno no se limita a los elefantes.
Otros animales también muestran comportamientos relacionados con el consumo de alcohol: alces en Suecia han sido vistos emborrachándose con manzanas fermentadas, mientras que chimpancés absorben savia fermentada de palma y las musarañas de cola de pluma de Malasia consumen néctar fermentado como parte regular de su dieta.
El incidente de los elefantes en Yunnan nos recuerda la necesidad de comprender el comportamiento animal y sus interacciones con el entorno humano, especialmente en un mundo donde los hábitats se ven cada vez más afectados por las actividades humanas.
A pesar de ofrecer una historia curiosa e inesperada, también sirve como un llamado a la acción para proteger especies como los elefantes asiáticos, cuya población en China está en grave peligro debido a la caza furtiva y la pérdida de hábitat.