Un nuevo estudio realizado por la Universidad de California en Merced (UC Merced) revela un preocupante impacto del confinamiento impuesto durante la pandemia de COVID-19 en el desarrollo social de niños en edad preescolar.
La investigación destaca una disminución significativa en la comprensión de creencias falsas, una habilidad crucial para la interacción social y el desarrollo cognitivo.
El estudio analizó a niños de entre 3.5 y 5.5 años utilizando pruebas diseñadas para evaluar su capacidad de comprender que otras personas pueden tener ideas erróneas sobre la realidad.
Los resultados revelaron que antes del confinamiento, aproximadamente el 80% de los niños de 5 años respondían correctamente a estas pruebas.
Después del confinamiento, esta tasa se redujo al 63%.La situación es aún más crítica para los niños de familias con menores recursos económicos, donde solo el 51% respondió correctamente, una cifra similar a la obtenida al azar.
Esta disminución en la comprensión de creencias falsas podría tener consecuencias duraderas para el futuro académico y social de estos niños.
La capacidad de comprender las perspectivas de otros es esencial para la interacción en el aula, la resolución de conflictos y el desarrollo de relaciones interpersonales saludables.
Un niño con dificultades en este área podría enfrentar desafíos para comprender las intenciones de sus compañeros, lo que afectaría su aprendizaje y su integración social.
Los investigadores sugieren que varias razones podrían explicar esta disparidad.El confinamiento exacerbó los niveles de estrés financiero y emocional en familias de bajos recursos, lo que pudo haber limitado la interacción verbal con sus hijos.
El acceso limitado a entornos educativos estructurados como guarderías y preescolares podría haber restringido el desarrollo de habilidades sociales y cognitivas esenciales.
El estudio también destaca el posible papel del aumento del tiempo de pantalla entre los niños durante el confinamiento.
Estudios previos han relacionado el exceso de exposición a dispositivos electrónicos con un menor desarrollo de la teoría de la mente, un conjunto de habilidades relacionadas con la comprensión de estados mentales propios y ajenos.
Los hallazgos de este estudio son preocupantes porque indican que el impacto del confinamiento en el desarrollo cognitivo infantil podría ser duradero, afirma , autor del estudio.
Es crucial implementar estrategias de intervención efectivas para mitigar estos efectos y asegurar que los niños recuperen las habilidades sociales esenciales para su futuro, añade el experto.
Los resultados del estudio enfatizan la necesidad de un enfoque multisectorial para abordar este desafío.
Educadores, psicólogos y responsables de políticas públicas deben colaborar en la implementación de programas de estimulación cognitiva y social para los niños afectados.
La salud mental y el bienestar futuro de estos niños dependen de que se tomen medidas urgentes para mitigar las consecuencias a largo plazo del confinamiento.