Un equipo de investigadores de la Universidad de Duke ha desarrollado un nuevo modelo de inteligencia artificial, AsymMirai, que promete revolucionar el diagnóstico temprano del cáncer de mama.
La herramienta, cuyo estudio ha sido publicado en National Library of Medicine, es capaz de predecir el riesgo de desarrollar la enfermedad hasta cinco años antes de su manifestación clínica a través del análisis de mamografías.
AsymMirai representa una evolución significativa respecto a su predecesor, Mirai.Mientras que este último operaba como un sistema complejo y opaco, AsymMirai se distingue por su diseño más transparente e interpretable, facilitando la comprensión de sus procesos diagnósticos por parte de los profesionales de la salud.
El modelo innovador se basa en una técnica novedosa: la comparación bilateral de los tejidos mamarios izquierdo y derecho.
Hasta ahora, esta metodología se utilizaba principalmente para identificar la presencia de cáncer, pero AsymMirai la emplea para anticipar su desarrollo futuro.
Al detectar diferencias sutiles entre ambos lados del cuerpo, el sistema puede predecir el riesgo con una precisión que abarca un período de uno a cinco años.
Para validar su eficacia, los investigadores analizaron más de 210.000 mamografías correspondientes a 81.824 pacientes, datos recopilados entre 2013 y 2020.
Los resultados obtenidos demostraron que AsymMirai presenta un rendimiento comparable al del modelo Mirai, pero con la ventaja crucial de su interpretabilidad.
La capacidad de comprender cómo el algoritmo llega a sus conclusiones es fundamental para generar confianza en los profesionales médicos y pacientes, explica la Dra.
Elena Ramírez, experta en inteligencia artificial aplicada a la medicina, quien no participó directamente en el estudio.
Un modelo caja negra puede ser preciso, pero su falta de transparencia dificulta su adopción generalizada.
El desarrollo de AsymMirai podría tener un impacto profundo en las estrategias de cribado del cáncer de mama.
Actualmente, se recomienda realizar mamografías periódicas para reducir la mortalidad asociada a esta enfermedad, aunque existe debate sobre la frecuencia óptima de estas pruebas.
La capacidad predictiva de AsymMirai abre la puerta a una personalización de los intervalos entre exámenes, optimizando así el uso de recursos médicos y minimizando la ansiedad en las pacientes.
Podemos imaginar un futuro donde la frecuencia de las mamografías se adapte al riesgo individual de cada mujer, señala el Dr. Javier López, jefe del departamento de radiología de un hospital universitario.
Esto no solo mejoraría la eficiencia del sistema sanitario, sino que también empoderaría a las pacientes con información más precisa sobre su salud.
La posibilidad de identificar diferencias sutiles en el tejido mamario también podría servir como una herramienta complementaria para los radiólogos, reduciendo la dependencia excesiva de algoritmos complejos y fomentando diagnósticos más precisos.
El avance representa un paso significativo hacia una medicina más personalizada y preventiva, ofreciendo una nueva esperanza en la lucha contra el cáncer de mama.