Un nuevo estudio publicado en la prestigiosa revista Proceedings of the National Academy of Sciences USA revela una capacidad sorprendente en los bonobos: su habilidad para reconocer la ignorancia humana y guiarlos hacia la toma de decisiones correctas.
Este descubrimiento ofrece un valioso insight sobre la sofisticada inteligencia social de estos primates y su posible conexión con la evolución del pensamiento humano.
El estudio, liderado por Christopher Krupenye, científico cognitivo evolutivo de la Universidad Johns Hopkins, involucró a tres bonobos machos en una prueba donde se ocultaba un bocadillo bajo una de tres tazas.
En algunos casos, el humano colaborador desconocía la ubicación del premio.En estas situaciones, los bonobos reaccionaban activamente para comunicar al humano la opción correcta.
Los bonobos sabían cuándo su pareja era ignorante y se comunicaban proactivamente para asegurarse de que su compañero aún tomara la decisión correcta, explica Krupenye.
Este hallazgo sugiere que los bonobos no solo comprenden el estado mental de los demás, sino que también modifican su comportamiento para ayudar a corregirlo, una capacidad fundamental para la cooperación social en numerosas especies, incluyendo a los humanos.
Laura Lewis, antropóloga biológica de la Universidad de California, Berkeley, destaca la importancia de este descubrimiento: este hallazgo indica que nuestros primos los grandes simios pueden representar estados tanto de conocimiento como de ignorancia en los demás y utilizar estas atribuciones para guiar su comportamiento comunicativo sin necesidad de un lenguaje complejo.
Si bien se ha documentado previamente que chimpancés poseen una forma rudimentaria de teoría de la mente, este estudio con bonobos amplía nuestra comprensión del alcance de esta habilidad en primates no humanos.
La capacidad de los bonobos para inferir la ignorancia y actuar en consecuencia sugiere que esta capacidad surgió en un ancestro común de bonobos y humanos hace millones de años, reforzando la idea de que la inteligencia social de estos animales es más compleja de lo que se pensaba.
Quedan aún preguntas abiertas. ¿Entienden los bonobos el impacto que su comunicación tiene en el estado mental del humano, o simplemente han aprendido a asociar ciertos gestos con una recompensa?
Futuras investigaciones buscarán desentrañar este enigma y profundizar en la fascinante relación entre los bonobos y los humanos.
Este estudio no solo aporta nueva información sobre la inteligencia de estos primates, sino que también subraya la importancia de su conservación, ya que su desaparición significaría perder un valioso capítulo en la historia evolutiva de la cognición humana.