La neurotecnología avanza a pasos agigantados con Neuralink, la empresa fundada por Elon Musk en 2016 que busca desarrollar interfaces cerebro-computadora (BCI) para conectar directamente el cerebro humano con dispositivos electrónicos.
Esta ambiciosa iniciativa, que ha realizado experimentos en animales y ya está en fase de ensayos clínicos en humanos, tiene como objetivo revolucionar la forma en que interactuamos con el mundo a través del pensamiento.
Estamos en una etapa emocionante, declaró recientemente Musk durante un evento en Las Vegas.La empresa ha implantado chips cerebrales en tres pacientes y planea realizar entre 20 y 30 implantes más durante el año.
Los primeros resultados son alentadores, con algunos pacientes mostrando mejoras significativas en su calidad de vida.
Uno de los pacientes ha logrado jugar videojuegos, navegar por internet y mover el cursor del ordenador utilizando el chip cerebral, explicó Musk.
Otro paciente está aprendiendo a diseñar objetos en 3D con la ayuda del dispositivo.
Neuralink funciona implantando diminutos electrodos en el cerebro que se conectan a un dispositivo externo capaz de interpretar y transmitir señales neuronales.
Esta tecnología podría permitir a las personas con discapacidad controlar dispositivos como sillas de ruedas, prótesis o incluso computadoras utilizando únicamente sus pensamientos.
Ofrece la posibilidad de mejorar las capacidades cognitivas humanas y eventualmente facilitar una simbiosis entre humanos y máquinas.
Este tipo de avances tecnológicos plantea grandes interrogantes éticos y sociales, advirtió el Dr. Juan Pérez, neurocientífico especializado en ética tecnológica.
Es crucial que se establezcan marcos regulatorios sólidos para garantizar el uso responsable de esta tecnología.
La empresa está llevando a cabo dos ensayos clínicos importantes: Prime, que evalúa la funcionalidad del implante para permitir que personas con cuadriplejía controlen dispositivos externos a través del pensamiento, y Convoy, que explora la capacidad de controlar brazos robóticos mediante señales cerebrales.
Estos avances han generado gran expectación y debate sobre las implicaciones de esta tecnología en el futuro de la humanidad.
Neuralink representa una ventana al potencial de la neurotecnología para transformar la vida de personas con discapacidades, pero también plantea desafíos éticos y sociales que deben abordarse cuidadosamente.