Un caso reciente documentado en JAMA Cardiology ilustra las consecuencias potencialmente devastadoras de una dieta extrema alta en grasas.
Un hombre de unos 40 años que seguía una dieta carnívora, que consistía principalmente en carne, mantequilla y queso, desarrolló xantelasmas, nódulos amarillentos debajo de la piel causados por una acumulación excesiva de colesterol.
A pesar de reportar inicialmente beneficios como pérdida de peso, aumento de energía y claridad mental, después de ocho meses el hombre comenzó a experimentar la aparición de estos depósitos en sus manos y codos.
En la mayoría de los casos, los xantelasmas se presentan en los párpados debido a la fragilidad de los vasos sanguíneos en esa área; sin embargo, este caso fue atípico debido a la ubicación de las lesiones.
Si bien los xantelasmas en sí son inofensivos y pueden ser removidos quirúrgicamente, su aparición es una señal de alerta sobre un problema subyacente grave: hipercolesterolemia extrema.
Los niveles de colesterol del paciente alcanzaron 1,000 mg/dL, más de cinco veces por encima del límite saludable (200 mg/dL).
Esta condición aumenta considerablemente el riesgo de enfermedades cardiovasculares como ataques cardíacos e infartos cerebrales.
El caso ilustra los peligros potenciales de la dieta carnívora, afirma el Dr. Juan Pérez, cardiólogo especialista en enfermedades cardiovasculares.
Las grasas saturadas presentes en alimentos como el queso y la mantequilla pueden elevar drásticamente el colesterol LDL, conocido como colesterol malo, aumentando el riesgo de aterosclerosis y otras complicaciones.
La dieta carnívora ha ganado popularidad por sus promesas de pérdida rápida de peso y mejoras en la energía.
Los expertos advierten sobre los riesgos a largo plazo de eliminar completamente frutas, vegetales y carbohidratos de la dieta.
Es fundamental buscar orientación médica antes de adoptar cambios drásticos en la dieta, señala el Dr. Pérez.
Un seguimiento adecuado podría haber detectado las señales de alerta antes de que se manifestaran visiblemente.
Este caso es un recordatorio importante de la importancia de una alimentación equilibrada y moderada.
Aunque algunas dietas restrictivas pueden ofrecer beneficios a corto plazo, los riesgos asociados con patrones extremos son considerables.
Los efectos a largo plazo pueden incluir un mayor riesgo de enfermedades graves como enfermedades cardiovasculares.
Antes de hacer cambios drásticos en la dieta, es fundamental consultar con profesionales de la salud para adoptar un enfoque equilibrado que promueva una vida saludable.