Los relojes inteligentes, cada vez más presentes en la vida cotidiana como herramientas para monitorear la salud y la actividad física, esconden una amenaza potencial para nuestra salud.
Un reciente estudio ha revelado la presencia de elevados niveles de sustancias químicas conocidas como PFAS -o químicos eternos– en las pulseras de muchos modelos de estos dispositivos.
Los PFAS, conocidos por su resistencia a la degradación ambiental y su capacidad para repeler agua, aceite y suciedad, se utilizan en diversas industrias.
En el caso de las pulseras de relojes inteligentes, se añaden para aumentar su durabilidad y resistencia al sudor.
La investigación ha demostrado que estos químicos pueden ser absorbidos por la piel, aunque aún no se conoce con certeza el impacto a largo plazo de esta exposición.
El estudio analizó decenas de pulseras de marcas diversas y descubrió niveles alarmantes de PFAS, especialmente del ácido perfluorhexanoico (PFHxA), en aquellas fabricadas con caucho sintético fluorado.
Graham Peaslee, autor principal del estudio, destaca la gravedad del hallazgo: Este descubrimiento se destaca por las concentraciones muy altas de un tipo de sustancia química permanente que se encuentra en los elementos que están en contacto prolongado con nuestra piel.
La razón detrás de la inclusión de PFAS en estas pulseras reside en sus propiedades repelentes al agua, sudor y aceites, garantizando así una mayor durabilidad.
Esta práctica, aunque beneficiosa para el producto, presenta un riesgo potencial para la salud de los usuarios.
Ante esta situación preocupante, los consumidores pueden tomar medidas para minimizar su exposición a los PFAS:
Priorizar pulseras de silicona: La silicona es un material más seguro y menos propenso a contener PFAS.
Leer las etiquetas con atención: Es fundamental buscar información sobre la composición del material antes de comprar una pulsera, evitando aquellas que mencionen fluoroelastómeros o cualquier tipo de recubrimiento fluorado.
Exigir transparencia: Los consumidores pueden presionar a las marcas para que sean más transparentes en cuanto a los materiales utilizados en sus productos.
La detección de PFAS en las pulseras de relojes inteligentes nos recuerda la importancia de ser conscientes del impacto de nuestros hábitos de consumo en nuestra salud y el medio ambiente.
La elección de productos libres de estas sustancias químicas es un paso fundamental para proteger nuestra bienestar y el futuro del planeta.