Restos espaciales invaden playas caribeñas, generando polémica sobre responsabilidad ambiental.
Un espectáculo de luces que iluminó el cielo nocturno de Providenciales, la isla principal del archipiélago de las Islas Turcas y Caicos, se transformó rápidamente en un problema para los residentes locales.
La explosión controlada de la etapa superior de Starship, el cohete desarrollado por SpaceX, empresa de Elon Musk, dejó una estela de escombros que cayó sobre la zona habitada, generando preocupación y descontento entre la comunidad.
Lori Kaine, residente de Providenciales, describió la escena como un espectáculo nunca antes visto, con colores intensos en el cielo que se transformaron en un problema cuando los restos comenzaron a caer.
Los ruidos ensordecedores, según Kaine, sacudieron incluso sus ventanas y puertas cerradas.Al día siguiente, descubrió cables caídos, baldosas hexagonales esparcidas por la calle y otros fragmentos en la playa cercana.
Este no es el primer incidente de este tipo involucrando SpaceX, pero la magnitud de los restos que llegaron a una zona habitada ha generado una gran controversia sobre la responsabilidad ambiental de la empresa.
Aunque la Administración Federal de Aviación (FAA) asegura haber notificado a las Islas Turcas y Caicos sobre la posible zona de peligro antes del lanzamiento, los residentes aseguran que la comunicación fue deficiente y que no se les advirtió sobre el riesgo real de que los restos cayeran sobre la isla.
Amos Lucker, propietario de un servicio de alquiler de automóviles en Providenciales, manifestó su descontento: Me gustan los lanzamientos y lo que está haciendo Musk, pero creo que él también debería ser responsable de la limpieza.
SpaceX instó a las personas a no tocar ni mover los fragmentos por considerarse peligrosos, sin embargo, Kaine y otros residentes ya habían comenzado a recoger los escombros antes de recibir el aviso.
La mujer asegura que SpaceX tardó una semana en responder a su comunicación y aún no han recogido los restos.
En la actualidad, Kaine guarda más de 200 libras de piezas de Starship almacenadas en su garaje.
El incidente ha puesto en evidencia la falta de preparación ante la caída de escombros espaciales en zonas habitadas por parte de SpaceX. Si bien la empresa continúa con sus pruebas para desarrollar una nave que permita la exploración interplanetaria, ahora enfrenta un nuevo desafío: la responsabilidad ambiental.
Mientras los residentes esperan una solución definitiva, la pregunta persiste: ¿quién se hará cargo de limpiar este desastre?