Un fenómeno geológico excepcional ha capturado la atención de científicos y geólogos a nivel mundial: una isla surgida de un volcán de lodo cerca de Azerbaiyán, que fue captada por satélites de la NASA en 2023 pero desapareció completamente al final de 2024.
Este evento transitorio, aunque breve, ilustra la naturaleza dinámica y impredecible de estas formaciones geológicas únicas.
El Banco Kumani, el volcán de lodo responsable del fenómeno, se encuentra a unos 25 kilómetros de la costa oriental de Azerbaiyán.
A principios de 2023, este volcán entró en erupción y los satélites Landsat 8 y Landsat 9 de la NASA documentaron su progresión: desde una cresta sumergida en noviembre de 2022 hasta la aparición de una isla con una columna de sedimentos extendiéndose hacia el mar en febrero de 2023.
Esta isla, que llegó a alcanzar un tamaño aproximado de 400 metros de ancho entre el 30 de enero y el 4 de febrero, desapareció casi por completo para diciembre de 2024, dejando solo una pequeña porción visible.
Este ciclo de formación e erosión es común en el Banco Kumani, que ha generado islas temporales desde su primera erupción registrada en 1861.
Si bien los volcanes de lodo no son tan destructivos como los volcanes tradicionales, la actividad del Banco Kumani presenta riesgos debido a la liberación repentina de gases, lodo y, en ocasiones, llamas que alcanzan cientos de metros de altura.
El profesor Eric Dunham de la Universidad de Stanford explica que la predicción exacta de las erupciones volcánicas sigue siendo un desafío debido a la complejidad de estas estructuras geológicas.
La ubicación geográfica de Azerbaiyán, situado en una zona de convergencia tectónica donde chocan las placas árabe y euroasiática, lo convierte en un punto caliente para los volcanes de lodo, según la NASA.
La desaparición de esta isla fantasma nos recuerda la naturaleza efímera y fascinante de estos fenómenos geológicos, ofreciendo a los científicos una oportunidad única para comprender mejor procesos que aún no se comprenden completamente.