Un equipo científico australiano ha descubierto una nueva especie de araña de tela en embudo, apodada Big Boy, que destaca por su tamaño inusualmente grande y habita en Newcastle.
Este hallazgo representa un avance significativo en la comprensión de la biodiversidad de estas arañas consideradas algunas de las más peligrosas del mundo.
La araña, formalmente denominada Atrax christenseni, fue identificada como una especie completamente nueva dentro del género Atrax.
Hasta ahora, solo se conocían dos especies de arañas de tela en embudo de Sydney: Atrax robustus y Atrax montanus.
El estudio, dirigido por la aracnóloga Stephanie Loria del Instituto Leibniz para el Análisis del Cambio de la Biodiversidad, reveló una diversidad genética y anatómica subestimada en este grupo de arañas.
El Atrax christenseni es simplemente impresionante.Su tamaño, especialmente en los machos, es extraordinario, comenta Kane Christensen, entusiasta de arañas y miembro del Parque Australiano de Reptiles, quien inicialmente reportó la existencia de estos ejemplares inusuales.
El nombre científico de la especie honra su descubrimiento.
El hallazgo de esta nueva especie tiene importantes implicaciones tanto para la ciencia como para la medicina.
Si bien las picaduras de arañas de tela en embudo son extremadamente peligrosas, no se han registrado muertes humanas desde el desarrollo del antiveneno en la década de 1980.
No obstante, la identificación de nuevas especies dentro del género Atrax podría llevar a una optimización del antiveneno, adaptándolo a las particularidades biológicas de cada especie.
Si bien las picaduras de arañas de tela en embudo son las más graves, no son muy comunes.Si alguien es picado, es esencial buscar atención médica de inmediato, destaca el toxicólogo Geoff Isbister, del Hospital Calvary Mater de Newcastle.
El investigador Danilo Harms agrega: El reconocimiento de esta nueva especie subraya la necesidad de optimizar los tratamientos, considerando las diferencias biológicas a nivel de especie.
Este estudio publicado en la revista BMC Ecology and Evolution enfatiza la importancia de las colecciones históricas y la colaboración internacional para comprender mejor la biodiversidad oculta de estos arácnidos.