Un grupo de estudiantes del Centro Universitario Latino Veracruz (CEULVER) ha dado un salto audaz en el panorama tecnológico mexicano con el desarrollo del Mantarraya, un vehículo aéreo revolucionario capaz de transportar hasta 180 kilogramos y diseñado para la rápida intervención en situaciones de emergencia.
Esta innovadora creación, basada en tecnología de drones, se perfila como un hito en la innovación aeronáutica nacional.
El proyecto nació a partir de iniciativas más pequeñas, como drones destinados a la reforestación y la agricultura.
Los jóvenes emprendedores decidieron elevar sus aspiraciones al buscar soluciones para salvar vidas.
Empezamos con proyectos de drones para la reforestación, pero nos dimos cuenta de que podíamos llevar la tecnología más allá, buscando soluciones para salvar vidas, explica Valeria Palacios, estudiante del CEULVER.
Tras tres meses de arduo trabajo, el Mantarraya toma forma.
Construido con materiales como aluminio, fibra de vidrio y potentes motores, este vehículo aéreo, con un peso total de 86 kilos y dimensiones similares a las de un automóvil compacto, ha demostrado estabilidad durante las pruebas, incluso con una carga considerable.
El Mantarraya cuenta con seis potentes motores y un microcontrolador que le permite maniobrar con precisión, detalla el profesor Víctor Leyva, quien brindó su experiencia en ingeniería para guiar este ambicioso proyecto.
Con la tecnología de drones como base, los estudiantes han creado lo que podría ser el primer taxi aéreo en México, abriendo un nuevo capítulo en el transporte urbano y la seguridad pública.
Si bien existen investigaciones sobre vehículos voladores en otros países, los jóvenes veracruzanos afirman que no se ha encontrado un prototipo similar en el país, consolidando su posición como pioneros en este campo.
Actualmente, el equipo de desarrollo está trabajando en estrecha colaboración con autoridades de aeronáutica para presentar su proyecto a la opinión pública y explorar las posibilidades de implementación del Mantarraya en acciones de rescate.
Los estudiantes también buscan perfeccionar su creación y construir más modelos para expandir sus aplicaciones.
Más allá del avance tecnológico, el proyecto Mantarraya es una poderosa demostración de trabajo en equipo y perseverancia.
A pesar de los desafíos que enfrentaron, los estudiantes han logrado un hito significativo que inspira a otros jóvenes a seguir sumándose al campo de la innovación.