El estrés y la ansiedad, respuestas naturales del organismo ante desafíos y demandas, pueden afectar nuestra salud física y mental si se prolongan en el tiempo.
Desde dolores de cabeza hasta problemas cardíacos, sus síntomas son diversos y pueden manifestarse de maneras insospechadas.
Expertos coinciden en que la tensión muscular es uno de los primeros signos visibles.Cuando estamos bajo presión, los músculos del cuello, hombros y espalda tienden a contraerse como mecanismo de defensa, explica el Dr. Juan Pérez, especialista en medicina general.
Esta rigidez constante puede generar dolor crónico e incluso problemas dentales como el bruxismo.
Otro síntoma común es la aparición de dolores de cabeza tensionales, causados por la contracción muscular del cuero cabelludo y cuello.
El estrés puede desencadenar estos dolores que se sienten como una presión o apriete alrededor de la cabeza, llegando incluso a provocar migrañas, señala la Dra.
María Rodríguez, neurologa especialista en dolor crónico.
A nivel gastrointestinal, el sistema digestivo también es altamente sensible al estrés.
Náuseas, diarrea, estreñimiento o malestar estomacal son frecuentes en momentos de alta tensión.El estrés puede exacerbar enfermedades preexistentes como el síndrome del intestino irritable, advierte el Dr. Luis González, gastroenterólogo.
A nivel cardíaco, el estrés y la ansiedad pueden manifestarse con palpitaciones irregulares. Aunque generalmente inofensivas, estas palpitaciones deben ser monitoreadas, ya que en casos de estrés crónico pueden contribuir a problemas cardiovasculares como la hipertensión arterial, advierte el Dr. Carlos Silva, cardiólogo.
Las mujeres también pueden experimentar cambios en su ciclo menstrual debido al impacto del estrés y la ansiedad sobre la producción hormonal.
Retrasos, periodos irregulares o incluso la ausencia de menstruación pueden ser señales preocupantes.
Es fundamental buscar formas de reducir la tensión para regular el ciclo menstrual, señala la Dra.
Sofía Sánchez, ginecologa especialista en fertilidad.
El insomnio y los problemas para dormir son otro síntoma frecuente del estrés crónico.
La mente hiperactiva que surge al intentar conciliar el sueño puede impedir un descanso adecuado, explica el Dr. David López, especialista en neurología del sueño.
Por último, el estrés puede influir en el peso corporal.Muchas personas recurren a la comida como mecanismo de alivio, lo que lleva al consumo excesivo de alimentos poco saludables, menciona la Dra.
Laura Martínez, nutricionista especialista en obesidad.Además, el cortisol, una hormona relacionada con el estrés, promueve la acumulación de grasa abdominal.
El estrés y la ansiedad son problemas comunes en la sociedad actual que pueden tener un impacto significativo en nuestra salud física y mental.
Reconocer los síntomas tempranamente es crucial para tomar medidas efectivas para manejarlos y proteger nuestra bienestar.
