En un hallazgo que revoluciona el mundo científico, un equipo de investigadores del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET) y colegas nacionales e internacionales han descubierto una nueva especie de dinosaurio carnívoro en la provincia de Neuquén.
Según se anunció en la revista BMC Ecology and Evolution, el ejemplar, bautizado como Diuqin lechiguanae, vivió hace unos 83 millones de años.
Diuqin pertenece al grupo de los terópodos, un clado de dinosaurios bípedos y en su mayoría carnívoros.
Dentro de este grupo, se clasifica dentro del grupo de los unenlaginos, que son dinosaurios terópodos estrechamente relacionados con los ancestros de las aves.
“Este descubrimiento es importante por varios motivos”, afirma Federico Gianechini, investigador del CONICET y del Instituto Multidisciplinario de Investigaciones Biológicas de San Luis (IMIBIO-SL, CONICET-UNSL).
“En primer lugar, el hallazgo de dinosaurios terópodos no es muy frecuente, y en particular este tipo de terópodos, de pequeño a mediano tamaño y con huesos más gráciles y frágiles, son aún más difíciles de descubrir.
Los unenlaginos son muy escasos, por lo que cualquier nuevo resto fósil que pueda ser asignado a este grupo brinda una gran información tanto anatómica como de la diversidad que tenía este grupo de terópodos”.
El nombre Diuqin proviene del término Mapuzungun, la lengua del pueblo Mapuche nativo de la región, que significa “ave de presa” en castellano.
La segunda parte del nombre, lechiguanae, proviene de “Lechiguana”, un personaje de la película argentina del año 1975 “Nazareno Cruz y el lobo”, dirigida por Leonardo Favio.
La importancia de este descubrimiento no solo radica en la rareza de los restos fósiles de dinosaurios terópodos, sino también en su antigüedad.
Los otros unenlaginos encontrados hasta ahora son más antiguos o más recientes en tiempo, lo que hace que Diuqin tenga una posición temporal intermedia.
“Este hallazgo, además, enriquece nuestro registro de dinosaurios en particular y nuestro patrimonio paleontológico en general“, destaca Gianechini.
Los restos fósiles fueron hallados por Juan Porfiri, paleontólogo de la Universidad Nacional del Comahue y líder del trabajo publicado, y Gastón Garat en una zona cercana al Lago Barreales, específicamente en un istmo que lo separa del Lago Mari Menuco, en el centro-este de la provincia de Neuquén.
El descubrimiento de Diuqin lechiguanae es un ejemplo más de la riqueza y diversidad de la biodiversidad fósil en Argentina, y su estudio puede contribuir a una mejor comprensión de la evolución de los dinosaurios y sus relaciones con las aves.