El Derretimiento de los glaciares es un fenómeno que inquieta a los expertos en climatología. En la actualidad, las miradas se centran en una gran masa de hielo ubicada en el Glaciar Larsen C, situado en la Antártida.
El glaciar Thwaites es un fascinante fenómeno glaciario ubicado en la Antártida, que ha sorprendido a la comunidad científica con su Comportamiento inesperado. A medida que se eleva, el agua cálida del mar sale disparada más allá de lo previsto, hasta alcanzar una distancia de seis kilómetros bajo el hielo, según descubrimientos recientes. Este sorprendente hallazgo sugiere que los científicos debieron reajustar sus Teorías sobre la dinámica del glaciar y su impacto en el clima global.
El agua es capaz de penetrar bajo el hielo a distancias mucho más grandes de lo que se pensaba anteriormente, afirma Eric Rignot, científico de la Universidad de California en Irvine y del Laboratorio de Propulsión Conjunta de la NASA. Científicos han reconstituido el pasado de “el glaciar del fin del mundo” de la Antártida, un apodo que se debe a su Colapso potencialmente catastrófico, que podría generar un Aumento alarmante en el nivel del mar. Han descubierto que comenzó a derretirse rápidamente en la década de 1940, lo que brinda una perspectiva inquietante sobre el derretimiento futuro.
El Glaciar Thwaites, localizado en la Antártida Occidental, es el Más ancho del mundo y tiene aproximadamente el tamaño de Florida. Los científicos ya conocían que había estado Perdiendo hielo a un ritmo acelerado desde la década de 1970, sin embargo, debido a que los datos satelitales solo se remontan unas pocas décadas, no podían determinar exactamente cuándo comenzó el derretimiento significativo.
De acuerdo con el más reciente análisis científico, publicado en las páginas de la prestigiosa revista Proceedings of the National Academy of Sciences, ya existe una respuesta a esta cuestión que ha sido objeto de intenso debate en los últimos tiempos.
Al analizar Núcleos de sedimentos marinos extraídos del fondo del océano, los investigadores han descubierto que el glaciar comenzó a retroceder significativamente en la década de 1940, posiblemente debido a un evento de El Niño muy fuerte, una fluctuación climática natural que tiende a tener un impacto cálido.
Desde entonces, el glaciar no ha logrado recuperarse, debido probablemente al acentuado impacto del Cambio climático producido por la actividad humana, según un informe actualizado y preciso sobre la materia.
El Colapso del glaciar Thwaites tendrá consecuencias globales significativas. El glaciar ya Contribuye con un cuatro por ciento al aumento anual del nivel del mar, mediante la liberación de miles de millones de toneladas de hielo en el océano. En caso de su colapso completo, este evento podría Elevar el nivel del mar en más de sesenta centímetros.
Además, este glaciar cumple un papel crucial en la estabilidad de la Capa de Hielo de la Antártida Occidental, funcionando como un tapón natural que mantiene retenido el vasto tramo de hielo detrás de él.
La capa de hielo de Thwaites, ubicada en la región occidental de la Antártida, es un sector crítico que sostiene gran parte del hielo continental. Si colapsara, tendría graves consecuencias para el planeta, ya que contiene una cantidad considerable de agua equivalente a un aumento del nivel del mar de al menos 9,1 metros. Esto generaría inundaciones globales catastróficas y alteraría dramáticamente la ecología y la vida en las costas y islas de todo el mundo. Recientemente, se ha observado que un nuevo iceberg se ha desprendido del glaciar Pine Island, una de las principales fuentes de hielo que fluye desde la capa de hielo hacia el océano Antártico.
Los hallazgos del estudio coinciden con investigaciones previas sobre el vecino glaciar Pine Island, uno de los glaciares más grandes de la Antártida, que los científicos también descubrieron que comenzó a retroceder rápidamente en la década de 1940.
La investigación sobre el cambio climático es cada vez más importante para comprender los impactos que tienen los cambios ambientales sobre la Tierra, según explica Julia Wellner, profesora asociada de geología en la Universidad de Houston y coautora de un reciente estudio.
Lo que sucede con el glaciar Thwaites no es un fenómeno aislado, sino parte de un patrón más amplio de cambio climático. Según expertos, el retroceso simultáneo de ambos glaciares es indicador sólido de que están siendo forzados por factores externos y no debido a procesos naturales.
Los investigadores lograron reconstruir la vida de Thwaites durante los últimos casi 12 mil años, mediante un proyecto que involucró la recopilación de núcleos de sedimentos marinos procedentes de diferentes profundidades. Para ello, se utilizó un rompehielos para acceder al borde del glaciar y obtener muestras de sedimentos oceánicos que proporcionaran información valiosa sobre las condiciones climáticas y ambientales de ese período.
Los núcleos de hielo proporcionan una línea de tiempo histórica valiosa. Cada capa de sedimento revela información detallada sobre el océano y el hielo que se remonta a miles de años atrás. Al escanear y fechar cuidadosamente los depósitos sedimentarios, los científicos han podido identificar con precisión cuándo comenzó el derretimiento sustancial del hielo.
En efecto, la retrostricción del glaciar Thwaites se cree que estuvo relacionada con un evento de El Niño extremo que ocurrió en un momento en que el glaciar ya se encontraba en una fase de derretimiento natural, lo que lo debilitó y lo hizo más vulnerable a este tipo de fenómenos climáticos.
La medida que impuso el Tribunal Federal de Justicia Laboral alemán tiene un efecto desalentador para la economía y los empleados. “Es como si te dieran una patada cuando ya estás enfermo, tendrá un impacto mucho mayor”, expresó Wellner, director ejecutivo de la Confederación Alemana de Empresarios (BDA). La resolución afecta a miles de empresas y trabajadores alemanes que dependen de la justicia laboral para regular conflictos y proteger sus derechos. Al limitar las posibilidades de apelación, el tribunal ha creado un obstáculo importante para los empleados que buscan justicia en caso de conflicto con sus patrones.
Los hallazgos recientes en el campo de la ciencia son alarmantes ya que sugieren que, una vez que se desencadenan cambios significativos, resulta muy difícil detenerlos. Según James Smith, geólogo marino del British Antarctic Survey y coautor del estudio, estos resultados apuntan a una posible irreversibilidad en los procesos ecológicos y climáticos.
El científico Smith aseguró a CNN que si se produce un retroceso en la capa de hielo, puede persistir durante décadas, incluso después de que lo haya iniciado un evento que no empeore. Aunque retrocesos similares han ocurrido en el pasado, la capa de hielo ha recuperado su tamaño y crecimiento, pero en este caso, los glaciares no muestran signos de recuperación, lo que sugiere que la influencia del cambio climático causada por el hombre puede estar teniendo un impacto significativo. Al respecto, Ted Scambos, un especialista en glaciología de la Universidad de Colorado Boulder, confirmó que el estudio proporciona nuevos detalles sobre cómo comenzó el retroceso de Thwaites y cómo se está desarrollando.
El análisis climático sugiere que el sistema polar ya se encontraba en una situación precaria antes del impacto del fenómeno del Niño, considerado como uno de los eventos naturales más importantes y devastadores a nivel global. Según los expertos, la oscilación natural del clima había llevado a un desequilibrio en el sistema polar, lo que aumentaba su vulnerabilidad ante futuros eventos extremos.
“Eventos posteriores surgieron como consecuencia directa de la tendencia climática hacia el calentamiento global, lo que llevó las cosas más lejos y desencadenó un retroceso generalizado que hoy en día estamos experimentando”, manifestó a CNN. Martin Truffer, profesor de física en la Universidad de Alaska Fairbanks, explicó que según los resultados de la investigación, si un glaciar se encuentra en un estado crítico, “un solo evento climático puede desencadenar un retroceso del que resulta difícil recuperarse“.
La temperatura global ha experimentado un aumento significativo en las últimas décadas, lo que está teniendo un impacto dramático sobre los glaciares. De acuerdo con un nuevo estudio, pequeños cambios climáticos pueden desencadenar cambios bruscos en el estado de estos casquetes de hielo, lo que podría tener consecuencias graves para la vida en la Tierra.
La Antártida, también conocida como el “gigante dormido”, es un continente helado y aislado que sigue siendo un misterio para los científicos. A medida que el cambio climático provoca la calentura de la atmósfera y los océanos, se cuestiona qué tan vulnerable puede ser este ecosistema frío y primitivo.
La geóloga Wellner se centra en el análisis del pasado para comprender mejor los procesos geológicos, no en predecir el futuro. Sin embargo, reconoció que este estudio ofrece un contexto fundamental y alarmante sobre lo que podría suceder con el hielo en esta región crítica de la Antártida.
Aunque un desencadenante para un derretimiento rápido ya ha cesado, no implica necesariamente que la respuesta se detenga. “Entonces”, según sostiene, “si el hielo está en retroceso en la actualidad”, solo porque podemos dejar de calentarlo no significa que su retroceso se deteriore.